Ya sea para una salida de senderismo, escalada, de alta montaña; de un día o de varias jornadas… el botiquín de montaña debería ser una parte indispensable de nuestra mochila.

En esta pequeña bolsa, tendremos que llevar todo aquello que nos ayude a solventar cualquier incidente que pueda acontecernos en el medio natural. Y, por supuesto, tendremos también que saber usarlo de manera correcta y eficaz.

Sea cual cual sea nuestra actividad, esta necesitará un botiquín diferente, ya que en cada una de las que pueden desarrollarse en la montaña tendremos unos peligros objetivos determinados, que pueden provocar lesiones y/o heridas diferentes.

Así, no es la mismo tener una lesión sobre el granito rosa de La Pedriza madrileña que sobre las abrasivas calizas de Picos de Europa. O si la herida la hemos sufrido durante una actividad en pleno verano o a mediados del invierno sobre la nieve. Debido a esto, tendremos que planificarnos bien y llevar en cada situación diferentes materiales.

Antes de detallar el contenido de un botiquín de montaña, queremos incidir en unos detalles referidos al contenedor/bolsa/estuche en si, y que no siempre se tienen en cuenta. Estos son que, dentro de lo posible, este debería ser:

  • Estanco y rígido (en caso de llevar material frágil).
  • No demasiado grande
  • Ligero

Es importante que el botiquín sea reconocible, para que quien sea que lo pueda buscar en nuestra mochila (si nosotros estamos incapacitados) lo encuentre sin problemas. Los botiquines de color llamativo y con la típica cruz suelen ser los más habituales. Y es importante además que, como ya hemos dicho que lo adaptaremos a la actividad a realizar, evitemos llevar cosas que no sabremos usar, que nos sobren dadas las características de nuestra ruta o «terreno de juego» o que puedan llevarse duplicadas.

Existen por ello en el mercado distintos tipos de botiquines de montaña con diferentes tamaños que podremos adaptar, dependiendo de la actividad y del número de días.

Índice de Contenidos

EVENTUALIDADES

Las lesiones más comunes en actividades de montaña suelen ser:

  • Heridas.
  • Ampollas/rozaduras.
  • Traumatismos.
  • Alergias.
  • Diarreas.
  • Insolación y golpes de calor.
  • Traumatismos.
  • Hemorragias.

Y, para hacernos cargo de ellas, primero tendremos que ser muy conscientes de cuales son nuestros conocimientos y limitaciones sobre primeros auxilios. Puede que no estemos lejos de un centro de salud, o de una base operativa de los diferentes grupos de rescate de montaña que existen en cada país; por lo que a veces puede ser suficiente con aplicar el Protocolo P.A.S. y esperar a ser socorridos por profesionales sanitarios.

Un aviso temprano es lo más eficaz para que el accidentado llegue lo antes posible a un hospital.

Sin embargo, si no nos queda más remedio que usar nuestro botiquín hasta entonces os recomendamos encarecidamente (dado que este artículo, ni ningún otro de nuestra página, pretende ser sustitutivo de ninguna formación) realizar un curso de primeros auxilios como los que las FF.AA. de montaña – o incluso los propios clubes – suelen llevar a cabo en sus instalaciones, o incluso los que realiza la cruz roja especializados en el medio natural.

Os compartimos, no obstante, un pequeño manual con una serie de conceptos básicos que es interesante conocer…

Medicina en Montaña

CONTENIDO

La siguiente lista es una relación de los materiales más habituales que suelen llevar en un botiquín. Recordamos de nuevo que esta lista deberá adaptarse a la actividad y la cantidad de días que esta nos llevará. Por lo que el volumen de nuestro estuche variará en función de la cantidad a llevar de estos elementos:

  • Manta térmica (en cada mochila una)
  • Silbato
  • Guantes sanitarios
  • Imperdible (por si debemos hacer un cabestrillo con una camiseta, por ejemplo)
  • Mechero (para esterilizar agujas)
  • Compeed
  • Esparadrapo
  • Tijeras
  • Suero fisiológico en mono dosis
  • Sobres de pequeñas toallitas desinfectantes
  • Pinzas
  • Gasas (sin antibiótico) y una venda
  • Aguja e hilo
  • Suero oral (para proporcionar sales y azucares al agua en caso de deshidrataciones)
  • Pastillas potabilizadoras de agua.

OJO: La crema solar debería ir siempre lo más a mano posible ya que debería ser de uso frecuente, y no en el botiquín.

Si eres mujer, además, deberías contemplar llevar también en el botiquín algún producto de higiene íntima personal; más aún si realizas la actividad teniendo el periodo.

No obstante, si queremos un botiquín más ligero y no tan grande, nos puede bastar con una pequeña lata o estuche (9×6 cm) con los siguientes componentes (a los que podríamos sumar, si es el caso, pastillas para la alergia o por problemas estomacales):

  • Venda (pequeña)
  • Tiritas x3
  • Compeed (pies) x2
  • Pastillas ibuprofeno x2
  • Pastillas paracetamol x2
  • Pastillas potabilizadoras x4
  • Aguja e hilo
  • Imperdibles
  • Pasta de dientes (mini)
  • Mechero

MEDICAMENTOS

Por último, debemos hacer una pequeña mención al apartado de los medicamentos.

Lo primero que debemos decir es que no debemos automedicarnos. Cualquier tipo de ingesta o suministro de medicamentos debe estar siempre supervisado por un medido. Sin embargo, también hay que admitir que el uso de paracetamol, aspirinas o antiinflamatorios (no esteroideos) suele ser casi normal en nuestra vida deportiva; por tanto, si estamos en alguna zona de montaña aislada o en un refugio con algún tipo de dolor fuerte después de un duro día de montaña, podremos usarlos siempre que sepamos como y respetemos las dosis y la frecuencia de las mismas.

Otra cosa son los viajes de más cuatro o cinco días al extranjero (máxime si estamos en países donde una asistencia medica no es rápida), en la que quizás debamos medicarnos por una patología personal o por recomendaciones médicas del lugar de destino. Así, resultará vital citarnos con nuestro médico de cabecera, hablarle de nuestro viaje e intenciones, y consultarle acerca de nuestras necesidades.

Y, finalmente, resumiendo: ser responsable con el uso de medicamentos.