Recientemente se ha producido una noticia que ha circulado por todas las redes y medios especializados del mundo de la montaña, y que ha tenido como protagonistas a un grupo de Sherpas: la ascensión invernal del K2. El último «ochomil» que quedaba por escalar en invierno. Un grupo de diez miembros de esta etnia nepalí logró poner su pie en la cumbre de la segunda montaña más alta del mundo el pasado 16 de enero… ¡a -55ºC! Cerrando así un ciclo que empezó con la ascensión del primer «ochomil» en 1950 (Herzog & Lachenal), la consecución de los catorce «ochomiles» en 1986 (Messner) y del primer «ochomil» invernal en 1980 (Wielicki & Cichy).

Sin embargo, la hazaña no ha estado exenta de controversia debido al estilo de escalada utilizado por los Sherpas que, en opinión de muchos «puristas», no debería ser considerada del todo «invernal» al no haber empezado a equipar la montaña dentro de dicha temporada enteramente, o por el hecho de que nueve de los diez hombres de cumbre usaran oxigeno.

Nosotros no entraremos a debatir esas consideraciones en este artículo, puesto que nuestra opinión ha quedado muy clara en nuestras redes sociales.

Pero, sin duda, creemos que es de justicia poética que hayan sido los Sherpas quienes hayan puesto fin a una etapa del himalayismo que comenzó con las expediciones inglesas a principios del s.XX, años después de la desaparición de Albert Mummery en el Nanga Parbat en 1895; haya sido cual haya sido el estilo empleado. Aunque es cierto que nos gusta considerarnos ligeramente «puristas» en nuestra manera de hacer montaña, nada más lejos de nuestra intención el restarles con esta redacción ni un ápice de mérito a estos campeones… sino, más bien, prestarles un pequeño homenaje al hacer un resumen (para quienes aún no les conozcan) de quienes son estos esforzados y amables habitantes de la cordillera más alta de la Tierra…

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Etnografía Sherpa

Los Sherpas son un grupo étnico principalmente emplazado en ciertas regiones montañosas de Nepal, y cuyo nombre en tibetano significa «gente del este» (shyarpa = shyar (este) + pa (gente)).

Los Sherpas son originarios del Tibet pero emigraron hace siglos hacia los sureños valles nepalíes del Himalaya buscando tierras más fértiles, y vivir allí de la agricultura (cereales y tubérculos) y de la cría, principalmente, del Yak.

Para que conste y sirva de contexto, decir que la cordillera del Himalaya tiene aproximadamente 2.600 km de largo, en dirección este-oeste, y atraviesa países como Bután, China, Nepal e India. Su nombre proviene de la unión de dos palabras Hima (nieve) y Alaya (lugar) y es, como ya dijimos antes, la cadena montañosa más alta del planeta Tierra; conteniendo nueve de las 14 montañas a más de 8.000 metros sobre el nivel del mar. Las cinco restantes están emplazadas en una extensión de esta primera conocida como Karakorum, emplazada en pleno Pakistán.

La mayoría de los Sherpas, estimados en un total de 150.000 personas, viven en el este de Nepal; más concretamente en las regiones de KhumbuNiágaraParakSolu y Rolwaling Valley (lugar donde mucha gente aún cree que se encuentra el hogar del famoso… Yeti)

La población Sherpa más antigua de Nepal se encuentra en Pangboche (ciudad de la «provincia» de Solukhumbu ) y se estableció allí hace más de 300 años. Sin embargo, los sherpas también se pueden encontrar en China y, en mayor número, en la India… con una población estimada de 20.000 personas.

Debido a su prolongada relación con las expediciones occidentales dirigidas a sus montañas, y a su especial aclimatación en altura, hoy en día el término sherpa se ha incorporado a la cultura montañera para designar a cualquier guía o transportista de expedición que transcurra en el Himalaya. No obstante, los Sherpas insisten en hacer una fuerte distinción entre su etnia y los porteadores normales.

Por tanto, es de recibo hacer la siguiente diferenciación:

  • El término «sherpa«, en minúsculas: se refiere a un porteador común y guía para expediciones de montaña.
  • El término «Sherpa«, con mayúscula: se refiere al grupo étnico.

Sherpas y Montañismo

Los primeros porteadores fueron contratados por europeos que descubrieron que los Sherpas tenían una gran resistencia a los desafíos del frío, la altura y la falta de oxígeno.

El científico británico Alexander Mitchell Kella, uno de aquellos exploradores pioneros del Himalaya, fue el primero en reconocer los talentos naturales de los nativos del Himalaya tras siglos viviendo en la zona; y, desde ese momento, decidió cambiar a sus porteadores suizos por Sherpas ya que, según él, eran “realmente fuertes y de carácter amistoso”.

Otro factor que influyó en Kella para su conclusión, fue que los Sherpas ya vivían a una altitud igual a la del pico más alto de Europa.

A partir de este momento, el «uso» de Sherpas ha permitido a los escaladores ascender más rápido con su equipo, pudiéndose estos concentrar con más fuerza en la logística de subida y bajada de la montaña en vez de en la de transporte y suministro del Campo Base (CB).

Esto se debe a que el equipamiento y los víveres, que requerirían varios viajes de ida y vuelta en aquellas primeras exploraciones de estas grandes montañas de Asia, fueron desde entonces transportados más rápidamente; reduciendo el número de días totales dedicados a una montaña en concreto. Después, una vez han montado el CB, estos porteadores suben con todo el material necesario para realizar la ascensión y ayudan en las tareas básicas de los diferentes campamentos sin requerir para ello mucho tiempo de aclimatación.

Porteados en espaldas de Sherpas al CB llegan carpas y tiendas, comida, gasolina, ropa para diferentes temperaturas, bombonas de oxígeno y, en algunos casos, incluso algunos escaladores. Ellos mismos se han organizado de tal manera que incluso han establecido niveles de especialización por las cuales llegan a cobrar más o menos sueldo. Así, en una expedición podremos encontrarnos con:

  • Sirdar: Jefe Sherpa. Escalador de gran reputación, normalmente Guía de Alta Montaña certificado, y con un importante número de montañas ascendidas en su haber. Organiza al resto del equipo sherpa, y su opinión es tenida muy en cuenta por el resto de escaladores que lo contraten.
  • Sherpa de altura: Porteadores que remontan la montaña desde el CB hasta los diferentes campos de altura, e incluso hasta la cumbre. Muchos de ellos son, además, Guías certificados de Alta Montaña.
  • Icefall doctors: Sherpas encargados de acondicionar los pasos de glaciar más delicados (principalmente ubicados en la Cascada de Hielo del Khumbu, a los pies del Everest)
  • Sherpa «base»: Porteadores que no pasan del CB, cocineros, «pastores» de yaks de porteo… etc.

La especial y famosa «fortaleza» de los Sherpas, según un estudio expuesto en 2015 durante la WEM por Denny Levett (socia fundadora de Xtreme Everest y asesora en atención médica en University Southampton), se debe a que la adaptación de este pueblo a la altura ocasiona que sus mitocondrias sean mucho más eficientes en el uso del oxígeno que el del resto de humanos residentes a menor altitud.

«Son como un auto que ahorra combustible», dijo en su día Levett. «Obtienes más energía por menos oxígeno».

Además, se ha logrado demostrar que, a una gran altitud, el flujo de sangre dentro de sus vasos sanguíneos capilares que se hacía más lento en los voluntarios que no eran Sherpa permanecía normal en los Sherpas. «Esta mayor velocidad con la que su sangre discurre, permite brindar más oxígeno a los tejidos de forma más rápida», explicó Chris Imray, profesor de cirugía de trasplante renal y vascular en el University Hospital Coventry & Warwickshire (UK)

Así pues, gracias a su fantástica fisonomía, y debido a su extrema pobreza durante aquellas primeras décadas del siglo pasado (aún hoy, Nepal sigue siendo el país más pobre de Asia), los Sherpas vieron la actividad de cargar equipos para escaladores como una actividad económica rentable.

Es por eso que ocupaciones como el cultivo de tierras para la agricultura, la cría de ganado y/o yaks ya no son hoy en día su principal fuente de ingresos. Se cree que al menos un miembro de cada familia de esta etnia en Nepal se dedica a llevar la carga de escaladores, trekkers y empresas turísticas; e incluso algunos de ellos han llegado a organizar actividades guiadas por las montañas de su región.

En los últimos años, y con la citada escalada al K2 su paso a ese siguiente nivel ha quedado certificado, los Sherpas se han destacado no únicamente como porteadores sino como alpinistas independientes. No solo son capaces de organizarse y escalar montañas por su cuenta, sino también de montar sus propias agencias de Guías (como la famosa Seven Summits Treks) y conducir de forma autosuficiente a sus propios clientes. Con la ascensión al K2 invernal de 2021 o los catorce «ochomiles» en siete meses de Nirmal Purja en 2019, los Sherpas han demostrado su total «emancipación alpinística» de los occidentales.

Sin embargo, aún se sigue discutiendo sobre la explotación, o no, a la que se ha sometido (y a las que las expediciones comerciales occidentales supuestamente aún les someten en algunos casos) a este pueblo. Sueldos demasiado bajos, ciertas condiciones de insalubridad a las que a veces están expuestos… incluso tras los esfuerzos de los sindicatos que ellos mismos han organizado para evitarlo.

Bien es verdad que en los últimos años este asunto ha mejorado bastante y la mayoría de montañeros llegados desde los «países ricos» se han concienciado sobre este problema. Pero también es cierto que, ante esta polémica, todavía existen argumentos acerca de que si el importe cobrado por los Sherpas fuera mayor, las actividades de montaña estarían a un precio muy superior al actual. En nuestra opinión, probablemente esto no sea más que una excusa que trata de tapar la corrupción existente en ciertos estamentos del gobierno nepalí… y que darían para otro extenso artículo.

Por ejemplo, siempre según el gobierno de Nepal, actualmente existe un control sobre el empleo de ancianos y niños en actividades de montaña; aunque muchas ONG humanitarias cuestionan este tipo de argumentos. Pero hay constancia de que en Nepal, especialmente después del devastador terremoto de 2015, las instituciones donantes para la reconstrucción del país fueron creadas para lavar dinero y enriquecer a sus organizadores.

Si los nepalíes logran solventar este problema endémico, esperamos que, poco a poco, más aún tras sus logros (no solo a nivel alpinístico sino también sociales) de los últimos años, los Sherpas tomen con firmeza las riendas de su propio destino y avancen con merecido orgullo hacia un futuro que aventuramos será más brillante que el pasado que dejan tras de si…

Algunas referencias tomadas de: Natalia De Marco para blogdeescalada.com