En un país como España donde el concepto de «actividad en la naturaleza» siempre ha sido muy autodidácta, la reticencia a contratar a un profesional del medio (ya sea un Guía de Montaña o, en algunos casos, un Monitor de Ocio y Tiempo Libre) sigue siendo bastante patente. En otros países con mayor tradición montañera (sobre todo en el entorno alpino europeo) esto es algo casi impensable si no se cuenta con el nivel suficiente; incluso, en otros países, se está obligando por ley a contratar los servicios de un profesional para acceder a según qué parajes…

Es cierto, no obstante, que en nuestro país, aunque aún estamos lejos de estos conceptos, esta manera de actuar está cambiando y la tendencia a contratar Guías de Montaña crece con los años en según qué zonas, como Pirineos o Picos de Europa. En montañas como Guadarrama todavía se tiene una percepción equivocada de las mismas y se piensa que son accesibles y fáciles debido a sus habituales formas «redondeadas»… pero nada más lejos de la realidad.

Así, para todos aquellos que aún tengan estas percepciones de estos u otros entornos naturales, en este artículo queremos dar unas pequeñas ideas, de por qué resulta conveniente contratar los servicios de un Guía…

      • En primer lugar motivos de seguridad. A diferencia de lo que piensa la mayoría de la gente, el principal número de accidentes suele ocurrir en actividades que tienden a ser consideradas «fáciles» o «poco difíciles»; como sería el Senderismo, en contraposición con la escalada o el alpinismo.

        Existen estadísticas que indican, por ejemplo, que entre el año 2010 y el 2017, las Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de Aragón (una de las zonas más visitadas por personas interesadas en el ocio al aire libre) realizaron 3.041 actuaciones en montaña y rescataron a 5.355 personas.

        El análisis de algunos de esos datos nos confirman que, en su conjunto global, el 32% de esas actuaciones (en algunas fechas esta cifra supera el 50%) se realizaron a personas que estaban practicando senderismo o trekking. Y todo ello sin contar con los incidentes que no terminan en un rescate, o con los “rescates de fortuna” que son realizados por los propios acompañantes y en los que los grupos oficiales de rescate no intervienen.

        Por tanto, resulta evidente que la contratación de Guías de Montaña ayudaría a disminuir el número de accidentes en montaña (sin eliminarlo del todo puesto que el «riesgo cero» no existe en la Naturaleza) debido a que un profesional titulado proporcionará seguridad en el recorrido, escogiendo la actividad acorde al nivel físico y técnico del cliente, asesorándole con el equipo y material adecuado y asegurándole en los terrenos donde se sienta inseguro.

     

      • El Guía valorará y asesorará a sus clientes sobre cualquier aspecto de la actividad contratada. Es decir: adaptará los itinerarios a las capacidades del cliente o grupo de clientes, gestionando el ritmo más adecuado, el tiempo y el riesgo, asegurando que se cumplan los objetivos planificados de una manera óptima; en donde la actividad suponga al final un disfrute y no un suplicio.

        Organizará además la logística ocupándose de los seguros y posibles trámites administrativos, de reservar los refugios, y de preparar el material y equipo necesario, aconsejando a sus clientes sobre el que ellos deberán llevar consigo para el recorrido… etc.

     

      • Sabrá actuar ante una situación de emergencia y será una figura de autoridad que decidirá cuando habrá que dar por terminada la actividad. Muchos de los accidentes que se producen se deben en ocasiones a la incapacidad de los senderistas o deportistas sin gran experiencia a valorar los peligros objetivos y/o subjetivos; y a decidir, por lo tanto, «cuando darse la vuelta».

     

      • Un Guía es un profesional del sector turístico que conocerá (o debería conocer) mejor que nadie el entorno por donde desarrolla su actividad laboral. Por tanto, nos enseñará a conocer la montaña y el medio natural en el que nos movemos, compartiendo sus conocimientos y experiencias.

        Una de las funciones más importantes de un Guía, y es algo en lo que en Iberotrek insistimos mucho a nuestros profesionales, es su capacidad pedagógica y de enseñanza. Gracias a sus consejos y a su buen hacer aprenderemos mucho más rápido y con mayor seguridad, no solo las técnicas necesarias para iniciarnos y progresar mejor, sino las características propias de el entorno natural que nos rodea, los aspectos culturales de sus poblaciones o los lugares donde alojarnos y degustar la gastronomía local.

     

      • Por último, no hay que olvidarse del aspecto humano. El Guía nos hará partícipe de su mundo, su pasión además de su medio de vida; y son muchos los casos en que una relación que empezó como un mero contrato Guía-Cliente acabe generando una buena amistad que se prolonga en el tiempo, actividad tras actividad…

     

Para terminar, queremos hacer hincapié en un dato importante con respecto a los Guías de Montaña que deberíamos contratar. Y esto es: que debemos asegurarnos siempre de que dicho Guía cuenta con las titulaciones y competencias profesionales adecuadas para desarrollar la profesión.

No sería el primer caso en que se contrata a un supuesto profesional que no cuenta con la formación necesaria y que termina metiendo a sus clientes en un lío de consecuencias insospechadas, las cuales han llegado a ser incluso graves. Desde luego, si llegamos a encontrarnos en una situación semejante, no deberíamos dudar en recurrir a las pertinentes acciones legales.

Para conocer qué acreditaciones profesionales debe tener un Guía de Montaña, leed este ARTÍCULO.

Para vuestra seguridad, os confirmamos que en Iberotrek nuestros profesionales cuentan con todas las acreditaciones correspondientes para desarrollar las actividades que planteamos en la web. No obstante, si queréis consultarlas, poneos en contacto con nosotros y solicitadlas.