Una vez hayamos aprendido a encordarnos correctamente, tal y como vimos en el artículo anterior, y lo hayamos practicado suficientes veces, debemos dar un paso más en las técnicas básicas que deberíamos conocer. En esta ocasión, ya sea en escalada deportiva o clásica, montañismo o alpinismo, saber montar un rápel es algo fundamental para cualquiera que quiera progresar en sus habilidades de montaña; esto es así porque está técnica nos permitiría salir (o escapar) de situaciones comprometidas de las cuales no existe otra manera de salir.

En la siguiente imagen esquemática puede observarse perfectamente una técnica conocida como Rápel de Dulfer (Hans Dulfer fue un alpinista aleman de principios de Siglo XX y que perfeccionó esta técnica debido a la falta de material existente en la época para ejecutar esta maniobra). Aunque se usó durante décadas, este tipo de rápel es considerado «de fortuna», cuando no nos queda más remedio que usarlo por faltarnos equipamiento; y no recomendamos su uso salvo en casos de extrema necesidad y solo si tenemos claro su desarrollo.

Dulfer_Escalada

Lo suyo sería portar en nuestro arnés un descensor o un «ocho«, mosquetones, un cordino y saber hacer realizar los correspondientes nudos para ejecutar la maniobra correctamente y con seguridad. Sin embargo esta técnica, aunque relativamente sencilla, es de las que más accidentes mortales suele suponer según las estadísticas que maneja la FEDME. Principalmente, por despistes o excesos de confianza. Por ello creemos imprescindible realizar cualquiera de los cursos que en este sentido imparten todas las Federaciones Autonómicas de Montaña, y utilizar el material que os facilitamos a continuación simplemente como apoyo de dicha formación o introducción inicial a la misma.

Así, y aunque no sea sustitutiva, sirva como recordatorio para el que haga tiempo que no lo practique o para el novato que desee ir aprendiendo algo, aquí tenéis esta pequeña guía…

Cómo montar un Top-Rope o un Rápel