En este artículo queremos hacer mención a dos de los utensilios/herramientas que cualquier montañero/alpinista debería tener en su almacén de material: los crampones y el piolet. Ambos nos servirán como instrumentos de progresión y seguridad en condiciones invernales y, vayamos acompañados de un guía de montaña o no, su manejo debería formar parte de los conocimientos básicos de cualquier practicante de este deporte.

Índice de Contenidos

EL PIOLET

El piolet (o «piqueta», en español) es sin duda la herramienta por excelencia de cualquier montañero.

Nacidos en el siglo XIX a raíz de la evolución de las primitivas herramientas de los incipientes alpinistas del s. XVIII (varas y lanzas similares a los «bicheros»), esta especie de pico puede significar la diferencia entre una progresión difícil a través del hielo o la nieve, una caída incontrolada… o todo lo contrario.

Consta de siete componentes:

  • Hoja y Pico: parte en forma de gancho o curva con dientes en la parte «frontal» de la herramienta. La forma permite al piolet clavarse y adherirse más rápidamente (y mejor) en la nieve o el hielo en caso de resbalón.
  • Cruz: hecho habitualmente de acero templado, se sitúa entre la Pica y la Hojuela y sirve de unión con el Mango. Se suele agarrar el piolet por esta parte para progresar con él a modo de bastón o usándolo para realizar maniobras de autodetención o autoaseguramiento. Suele existir un agujero en su centro para pasar por él un mosquetón o atar una correa.
  • Pala u hojuela: la parte plana, la sección más ancha de la cabeza, usada para cortar nieve dura y hielo tallando, por ejemplo, peldaños para progresar por ellos. En algunos de piolet (normalmente más pequeños que el habitual estándar) tiene en su lugar un martillo.
  • Dragonera: correa con un lazo ajustable para asegurar el piolet a la mano. La Dragonera está habitualmente unida al Mango por un anillo que limita el deslizamiento hasta cierta distancia de la Cruz. Algunas modernas herramientas para escalar sobre hielo no tienen Dragonera «de serie» (aunque puede adaptárseles una), y están diseñados con formas más ergonómicas con curvas pronunciadas y agarres.
  • Mango: normalmente hecho de metal (los antiguos era de madera, pero la ligereza y durabilidad de los actuales, los han relegado a piezas de museo), titanio o aluminio endurecido, o algún compuesto como fibra de vidrio, kevlar o filamentos de carbono.
  • Empuñadura: parte habitualmente forrada de un material adherente (normalmente, goma) que nos permite sostener el piolet sin que este se nos resbale mientras realizamos, por ejemplo, maniobras de tallado de peldaños o progresión en paredes de cierta inclinación.
  • Punta o regatón: punta de acero en la parte inferior, usada para clavar el piolet en la nieve y conseguir así estabilidad, equilibrio y seguridad en determinados terrenos e inclinaciones. A veces se utiliza sobre caminos rocosos para el equilibrio, pero hay que tener cuidado de no desgastar la punta.

Las partes metálicas suelen estar expuestas a bastante desgaste con el uso, por lo que se recomienda un buen mantenimiento así como un afilado periódico de «punta» y «hoja» después de un cierto número de usos.

Dado que existen distintos tipos de piolets, con el siguiente manual queremos aleccionaros sobre cual debe ser vuestra mejor elección, según vuestra actividad, y como debe usarse correctamente.

El Piolet

 

El rango de los piolets va de 40 a 90 cm de longitud. Los más pequeños, de 40-60 cm, son mejores para la escalada con hielo; mientras que los de más longitud son mejores para montañismo en general y alpinismo. Respecto a los primeros, suele ser común que se utilicen dos de manera simultánea, uno en cada mano, para tener un punto de apoyo adicional y mejorar el equilibrio. Actualmente, este tipo de piolets tienen una forma curva que ayuda a que las manos no golpeen el hielo de manera directa y permiten que la pica penetre en el hielo en un ángulo que es más eficiente para sostener el peso del escalador.

Os dejamos, asimismo, un interesante vídeo sobre las mencionadas técnicas de autodetención que os recomendamos visionar y practicar siempre que sea posible; ya que puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte en según qué ocasiones. Este vídeo puede servirnos para refrescar nuestras habilidades porque, aunque esté en inglés, se ven perfectamente las técnicas y posturas que debemos realizar para manejar bien el piolet en esta maniobra.

Practicad estas técnicas hasta que las hagáis sin pensar, de forma automática, ya que nunca sabes cuando te puedes caer… Y, aún así: sed prudentes.

CRAMPONES

Los crampones son elementos metálicos de tracción adaptables a la suela de determinados tipos de botas de montaña, para posibilitar o mejorar la adherencia de ésta a superficies heladas o nevadas.

La estructura total suele tener la misma medida que la suela de la bota a la que se adaptan, aunque suele permitir cierta variabilidad para adecuarse a distintas botas o medidas de botas. De su parte inferior salen una serie de «puntas» tremendamente afiladas que son las que penetran en la nieve dura o el hielo. Esas puntas siempre están formadas del mismo tipo de metal que la estructura.

Al igual que nos sucedía antes con el piolet, este utensilio requiere de un mantenimiento esmerado de puntas (siempre afiladas, sobre todo tras haber transitado por terreno mixto donde suelen sufrir bastante), cierres y correas. Dado que suelen estar en contacto constante con la nieve, antes de almacenarlos nuevamente deberíamos dejarlos secar en un lugar ventilado y sin contacto con luz solar directa.

Los crampones acostumbran a tener en su parte inferior unas láminas de goma o plástico llamados «antizuecos» que impiden que la nieve fría se adhiera y forme los peligrosos apelmazamientos que, al ganar volumen, podrían impedir finalmente el contacto entre el crampón y la nieve. Es por esta razón que no se recomienda el uso de crampones con nieves blandas o poco consistentes sino que, en ese caso, se debería promover el uso de raquetas de nieve.

Si deseáis realizar un tipo de travesía que requiere atravesar nieve dura o hielo, necesitaréis sin lugar a dudas este material. Y aunque parezca sencillo de usar, es necesario practicar un poco el caminar con ellos puestos y, sobretodo, saber atarlos a las botas incluso en las peores condiciones atmosféricas.

Para que podáis saber algo más de ellos y como elegirlos, a la hora de ir a comprarlos, os dejamos también este pequeño «manual»:

Los Crampones

 

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